En el PP lo tienen claro y han dejado fuera a nombres como Piqué o Gallardón para apostar por otros con una línea mucho más dura y de entre todos ellos destaca Manuel Pizarro, especialmente importante por la centralidad que va a ocupar en esta campaña electoral la economía.
Y de economía quiero hablar, porque seria fácil atacar a Pizarro por su anticatalanismo, o por su actuación como presidente de Endesa siendo más un miembro de la desordenada oposición de Rajoy que el presidente de una de las empresas más importantes de España. En cambio vamos a hablar de su supuesto punto fuerte, la economía, que para eso lo llamó a filas el señor Rajoy, aunque Pizarro represente una forma muy arcaica de entender la economía. Una forma de entender la economía basada en los privilegios, una forma de entender la economía prácticamente latifundista, de señoriíto andaluz.
Algunos hablan del señor Pizarro como un gran empresario y un sesudo economista, no nos engañemos, su cargo en Endesa es fruto de un dedazo de Aznar, igual que el ¿liderazgo? de Rajoy en el PP, que en un momento en que se privatizaron la totalidad de empresas públicas rentables de este país, para que pasaran a manos de los compañeros de pupitre de Aznar. Todo esto escondido bajo el manto de una política económica liberal, competitiva y transparente cuando en realidad lo que se hizo fue concentrar la riqueza de todos en unos pocos, eso si, muy amigos del poder, entre los cuales se encuentra el señor Pizarro. El mismo Pizarro que ahora dice que viene a servir y sudar la camiseta cuando a lo que viene es a servirse y continuar haciendo negocios muy lucrosos para él y los suyos.
Sirva un dato para ilustrar lo que esta pasando en este país, las desgravaciones fiscales entre 2002 y 2004 para empresas que invierten en I+D+i con el PP en el poder bajo de 170.000 millones de euros a 150.000, mientras que entre 2004 y 2007 ya con el PSOE en el gobierno aumentó de
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